A la hora de buscar empleo, no solamente importa la educación formal que hemos recibido o nuestra experiencia profesional. Las cualidades que tenemos como personas pueden marcar la diferencia en un proceso de selección. Descubre cuáles son las habilidades que los empleadores de hoy más valoran y toma nota de los tips que te daré para potenciarlas.
Los seres humanos estamos en constante evolución. Así como nos capacitamos para ser más competentes a nivel técnico, las habilidades personales también se pueden desarrollar. Aunque son llamadas soft skills o habilidades blandas, un nombre que podría hacerte pensar que no son muy relevantes, no debes menospreciarlas. En un proceso de selección es inevitable que compartas con otros candidatos aspectos como tu título profesional o el dominio de un idioma, pero lo que tú eres como ser humano, eso sí que será un diferenciador.
Te hablaré de cinco habilidades que pueden ser de gran ayuda en el ámbito laboral. No te preocupes si no te identificas con todas ellas. Lo primero es conocerse. No todos tenemos las mismas fortalezas o debilidades. Pero sí es fundamental que reflexiones en cuáles de estos puntos flaqueas y te enfoques en las recomendaciones que te daré:
Flexibilidad. La naturaleza ya nos ha enseñado la necesidad de ser flexibles: sobreviven las especies que logran adaptarse a los cambios del medio ambiente y desarrollan nuevas estrategias para resolver los problemas. Lo mismo sucede en el campo laboral de hoy en día, donde siempre hay innovación y desafíos. Estos son algunos tips para gestionar los cambios:
Tómate el tiempo de aprender sobre el nuevo reto al que te enfrentas. Cuando tenemos un mayor dominio de aquello que parece incierto, disminuye la ansiedad.
Es posible que eso que te esforzaste en dominar quede obsoleto pronto y debas reiniciar el aprendizaje. Sé que puede ser frustrante, pero no olvides que es parte del proceso.
Trabajo en equipo. Una persona que sabe colaborar con sus colegas genera mayor productividad, de ahí que sea una habilidad tan valorada en las empresas. ¿Aceptas las sugerencias de tus compañeros? ¿Expresas tu opinión asertivamente? Si has respondido con dudas a estas preguntas, es posible que se te dificulte llevar a cabo tareas en grupo. Ten presente estos consejos para mejorar tu capacidad de trabajo en equipo:
Toda opinión debe ser escuchada y analizada. La crítica debe hacerse con respeto y una vez se llega a acuerdos, hay que respetarlos.
Una buena estrategia para los momentos de tensión es aportar una visión positiva o resaltar los aspectos valiosos de una propuesta, así no sea perfecta.
Autoconfianza. Cuando hablamos de autoconfianza, sé que es más fácil predicar que aplicar. Todos tenemos inseguridades y es normal que afloren en nuestro trabajo con preguntas como: ¿si seré lo suficientemente bueno? Aunque sea difícil, enfócate en tus virtudes y explótalas al máximo. Estas son algunas ideas para lograrlo:
Atrévete a asumir riesgos. No tengas miedo a equivocarte. No importa si el resultado no es el que esperabas inicialmente. Habrás ganado experiencia y autoconocimiento.
Defiende tus propuestas. Si al final descubres que estabas equivocado, no es tan grave. Habrás demostrado que tienes criterio. Eso sí, reconoce tus errores y modifica tu perspectiva cuando te des cuenta de que la tuya no era la más adecuada.
Creatividad. Ser creativo no es únicamente ser artístico o hacer propuestas extravagantes. Es la capacidad de ver la realidad desde perspectivas diferentes. Imagina que todo el mundo toma siempre la misma autopista para llegar del punto A al B; la persona creativa se atrevería a tomar una ruta diferente para ver qué hay por allí. Te propongo:
No descartar una idea porque crees que no es viable, es poco tradicional o por temor a la crítica. El brainstorming, o lluvia de ideas, es una de las técnicas más usadas para potenciar la creatividad. En ella se proponen todo tipo de soluciones sin hacer crítica alguna y de ahí resultan las mejores propuestas.
Tener presente que no todas las ideas serán brillantes. Siguiendo el ejemplo de la autopista, habrá caminos que no lleven a ningún lado, pero eso no equivale a fracasar.
Empatía. Es la capacidad de ver la realidad desde el punto de vista de los demás. Te hace más receptivo a las emociones ajenas y te ayuda a actuar oportunamente en momentos de estrés. Es fundamental para la sana convivencia y por eso te sugiero:
Antes de emitir un juicio sobre alguien, piensa por qué esa persona tiene esa posición. Indaga con respeto y ten apertura para la diferencia.
Reflexionar sobre el impacto que tienen tus decisiones en las emociones de los otros. Aunque sea una situación compleja, se experimentará totalmente diferente según el manejo que se le dé y la empatía con la que se aborde el tema.
Ahora que conoces estas cinco cualidades imprescindibles, es tu turno de observarte. Define tus metas y selecciona entre estas habilidades las que te parezcan más estratégicas según tus aspiraciones. Un buen líder, por ejemplo, no puede dejar de lado la empatía, pues de él depende el bienestar emocional de sus colegas; en el área de proyectos, por otro lado, la flexibilidad y la creatividad son indispensables para lograr innovación. Sea cual sea tu proyección profesional, a partir de ahora esfuérzate en potenciar tu desarrollo personal. Sin duda, cultivar tu interior tendrá efectos positivos en tu vida laboral.
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